La cáscara de avellana es un subproducto natural y ecológico del procesamiento de avellanas. Gracias a su estructura resistente y alto valor energético, tiene una amplia gama de aplicaciones en diversos sectores, desde calefacción y agricultura hasta ganadería e industria.
Las cáscaras de avellana, con su alto poder calorífico, se utilizan como biocombustible ecológico en estufas y calderas. También son valiosas para la producción de pellets.
Al usarse como acolchado en el suelo, previenen malezas, retienen humedad y proporcionan un aspecto natural. También son aptas para la producción de compost.
Las cáscaras de avellana se utilizan como material de cama en muchas instalaciones ganaderas, especialmente en granjas avícolas.
Molidas en polvo, pueden usarse como papel de lija abrasivo, aditivo para materiales compuestos o en la producción de carbón activado.
Gracias a su textura natural, se utilizan como cobertura de suelo estética en paisajismo, caminos y proyectos decorativos.